Nerea

Nerea

martes, 20 de diciembre de 2011

Ríe, salta, abraza, corre, vuela, nada... ¡VIVE!

Algún día eso no será posible. Por eso debemos apreciarlo, vivirlo y respirarlo ahora. Porque la felicidad sólo llama una vez a la puerta. Porque no hay un mañana si no se vive hoy. Y la alegría no se puede posponer. Si un día todo esto cambia seré feliz por haberlo vivido con profundidad, por no haberlo delegado a los demás, por haber disfrutado mientras tuve la oportunidad de hacerlo.

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