Podría empezar esto de mil maneras diferentes que siempre acabaría de la misma, recordándote que te quiero.Cada día que pasa tengo más claro que eres única, porque lo dices con cada palabra y lo demuestras con cada acto; lo dices con cada mirada y lo demuestras con cada sonrisa. La persona que puede hacerme sonreír hasta en los peores días con cualquier tontería, la persona que me escucha, que me entiende y que me da consejo, pero sobre todo, la persona que siempre está ahí, siempre, pase lo que pase, llueva o haga un sol espléndido. Que tienes un corazón que no te cabe dentro Cynthiaita, y no puedo estarte más agradecida por todo, hasta de esas tardes que nos pasamos discutiendo sobre quién quiere más a quién. Que eres muy GRANDE. Porque eres una amiga, pero no una cualquiera, sino una amiga de verdad.
Una amiga, aquella que te coge de la mano y te toca el corazón. TE QUIERO MUCHÍSIMO, así que créeme cuando te digo que es imposible quererte más.
Pd: Sé que no es mucho, ni la mitad de lo que te mereces, pero quería acabar el año dándote las gracias por este fin de semana; las gracias por todo.
"Por muy grande que sea la lesión, acaba cicatrizando, aunque el punzante dolor inicial nos haga dudar de que vaya a ser así. Y cuando la herida queda cerrada, uno puede seguir caminando."
- No lo sé... -respondió pensativa-. Era una decisión muy valiente y difícil. - Ya, pero las cosas que merecen la pena siempre lo son. Además, es mejor intentarlo que arrepentirse cuando ya es tarde-replicó Marcos. - Yo lo tengo clarísimo -interrumpió Samuel-. La mejor elección ha sido la banda sonora -Marcos le miró con gesto de no entender-. Que sí, que mejor dar el primer paso a lamentarse por no haber luchado lo suficiente.
A veces no estaría mal poder dejar los recuerdos encerrados en una caja guardada muy al fondo de un armario, porque eso te permite seguir viviendo hasta que quizá llegue un día en que olvides que allí, detrás de los jerséis que casi no usas, hay un bulto que ha ocupado y marcado tu vida de modo definitivo.
A veces no hay ni que pararse a pensar para darse cuenta de lo grande que puede llegar a convertirse una persona para ti. Que a veces esperamos días especiales, por así decirlo, para decirnos cosas que pensamos o sentimos cuando no hace falta una fecha, una hora ni nada de eso para cosas así. Por eso yo quiero decirte hoy lo grandísima que eres y lo grandísimo que es tener una persona que día a día se preocupe por hacerte reír. Que si no ríes ya hace o dice alguna tontería, que si te nota rara insiste en preguntarte en qué te pasa, que si no sonríes como siempre ya se las apaña para que lo hagas y que sin darse cuenta, con un abrazo hace que el peor día cambie por completo y elimina eso de ''peor''. Lo grandísimo que es tener a una amiga, lo grandísimo que es tenerte a ti. Por eso voy a pedirte que no me faltes nunca porque eres una persona increible, con esa risa contagiosa y con esas tonterías que alegran el día a cualquiera que las escuche, con esas tonterías que solamente pueden salir de ti. Aunque sé que no las vas a aceptar, yo te doy las gracias por estar ahí y aprovecho para decirte que aquí me tienes, ahora y siempre, para lo que necesites siempre podrás contar conmigo. Y como ya he dicho antes, no hace falta esperar al día de tu cumpleaños para decirte lo mucho que te quiero, porque aunque tú ya lo sepas, a todo el mundo le gusta que se lo recuerden y por eso hoy, he sido yo la que ha querido recordártelo a ti. Porque en serio, ¿acaso existe algo mejor que poder llamar a alguien ''amiga''?
''La felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, sino cuando aprendemos a disfrutar de lo que tenemos. No soñando con el mañana, sino viviendo el hoy.''
Valora lo que tienes, porque puede ser que un día eches de menos lo que
hoy estás echando de más. Y es que no hay nada más bello que ''lo que
nunca se ha tenido'' y nada más amado que lo que se perdió.
Vamos cediendo terreno al olvido, haciendo inmensos pequeños vacíos.
Lo bonito de esos ''buenos días'' no es sólo la simple frase. Es que dicha por ellas deja de ser simple, porque no sólo dice lo que la propia frase indica. Esos ''buenos días'' esconden un ''me levanté pensando en vosotras''. Y eso es precisamente lo que hacen que sean ''buenos'' de verdad.
Suena la alarma a las 7 de la mañana, coges el
móvil y ya tienes sus whatsapp de ''Buenos días, que os vaya bien la
mañana'', vuelves de clase, vuelves a coger el móvil y ya hay otro
whatsapp que dice ''¿Cómo os ha ido?''. Y aunque no hayamos hablado más
en todo el día, nunca falta ese de ''Buenas noches angelitas''. Porque
son únicas, son ellas, simplemente ellas. Las que hacen que te levantes y
te acuestes con esa sonrisa inexplicable. MIS 4 ÁNGELES.
'' ¿Por qué nada un nadador? ¿Qué mecanismo estalla en el cerebro de un chaval de veinte años para dedicar seis horas de cada uno de sus días a saltar al agua y nadar, hacia allí, hacía aquí, hacia allí, hacia aquí? ¿Qué impulso estimula el madrugón? ¿Dónde se encuentra el ánimo para continuar con las series cuando el ácido láctico satura los brazos y convierte las piernas en dos troncazos inermes que buscan el fondo? Un amigo se confesó perplejo por el inútil esfuerzo del nadador. Puestos a machacarse el físico con premeditación y repetición alevosa, reflexionó el amigo, lo inteligente sería prepararse para ser un Zidane; al menos con el fútbol, cada patada vale un millón. Y del palizón de la competición te recuperas con retiros intermitentes en las Maldivas. Pero un nadador... ¿Por qué nada un nadador? ¿Qué encuentran en la paz líquida de la piscina esos miles que compiten y que nunca verán su nombre en el periódico, que jamás se colgarán un oro olímpico, los miles que encaran la pileta cada día, de allí para aquí, de allí hacia aquí, de aquí hacia allí... Los miles cuya meta es liderar un modesto campeonato provincial o simplemente nadar los 800 en un instante menos que el mes anterior? Ni siquiera cuenta, el nadador, con el estímulo arrollador del equipo. ¿Cuántas horas de su vida ha consumido Phelps aislado del mundo por una muralla de agua en la que solo se oyen las burbujas del aire que se expulsa por la boca y solo se ve la línea infinita del fondo y un mundo borroso que se intuye al respirar y que se antoja lejano e irreal? ¿Por qué narices nada un nadador? ¿Por qué lo que impulsa a sumergirse cada día, lo que estimula la primera brazada, lo que explica la segunda, lo que justifica la siguiente, lo que anima la próxima es tan parecido a... Vivir? ''
Ya
no es sólo la rabia que da, es que es hasta triste. Es triste que la
gente no sepa cosas como esta. Cosas como que ayer un hombre llamado
Carlos Peña, se cruzó el pantano de Alqueva a nado, 25 horas seguidas
nadando sin parar, 63km a nado y encima a espalda, y todo esto en honor a
las ONG de donación de Médula Ósea y Cordón Umbilical. Y decir también
que se ha cruzado el río Ebro en tres etapas
,
que son casi 1000km, El Lago Nés, y varias cosas más. Estas son cosas
que merecen la pena saberse, pero esto no te lo echan en la tele. Porque
en la sección ''Deportes'' te sacarán hasta el nuevo coche de un
jugador de fútbol antes que sacarte cosas así. Pero en fin, que le vamos
a hacer. Yo al menos puedo decir que he conocido a ese hombre, que he
nadado con él y que es todo un ejemplo a seguir.
Bien, sinceramente no sé como empezar. No sé como empezar a describir lo vivido en una semana y lo que he sentido mientras lo vivía. No se ni empezar ni acabar. Ni siquiera contarlo. De esas veces que no salen palabras, porque realmente las palabras sobran. Ha sido una semana única, con risas, miedos, abrazos, llorar de risa a las 6 de la mañana, de acostarse como muy temprano a las 3, de sonrisas regaladas, de momentos compartidos, de ilusiones vividas y de deseos y promesas cumplidas. De tirarse encima de Paloma cuando estaba a punto de dormirse, de darnos la mano cuando teníamos miedo y apretarnos cuando nos asustábamos. De partidos de baloncesto que eran como la lucha libre, de jugar a las cartas a las 5 de la mañana y de quedarnos viendo el Mundo Interactivo. De ver tres capítulos diarios de Entrefantasmas. De levantarse por la mañana, mirar a tu lado y verlas ahí, dormidas, contigo. Eso era precioso. Poder verlas a tu lado y pensar ''Querida distancia, intentaste separarnos pero hiciste justo lo contrario, nos uniste''. Han sido días de estar vertiendo la leche a todas horas, como el día de aquel susto, las caras de cada uno, el salto que pegamos y las risas que nos echabámos después. De querer dormir juntas en la misma habitación y estar tres durmiendo en el mismo colchón, de pelearnos por las sábanas, de hacer vídeos de Ralph o la Pitonisa. De llamar idiotas a las personas que nos hacían reír. Han sido días en los que me he sentido feliz. No tengo palabras para expresar lo que he sentido estos días en los que podía despertarme a su lado, y no sólo eso, sino de despertarme riendo. Días en los que tan sólo una mirada podía hacerte sonreír. Han sido días a lado de las personas que, a través de una pantalla, me sacan una sonrisa cada día, al lado de esas personas que son mi razón de seguir levantándome cada día que pasa. Y ojalá el levantarme a su lado hubiese sido rutinario, pero todo lo bueno se acaba y todo lo bueno tarda en llegar. Gracias por todo, porque si de verdad los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano, sólo me queda decir que he estado una semana entera al lado de los míos. Porque como nosotras decimos, la distancia separa cuerpos, no corazones. Y porque sí, lloro de alegría, por tenerlas, por tenerlas aunque sea lejos. Porque son esas personitas que de alguna manera se metieron en tu vida para no salir jamás, y desde ese momento, desde el primer momento en que las ves, sabes que serán para siempre. Desde el primer momento en que sonríen, sabes que te levantarán a cada caída y desde el primer momento en que te abrazan, ya te dan tranquilidad.
Y como ya hemos dicho, pase el tiempo que pase, a pesar de la distancia, siempre 5, siempre una.
Y es que aunque pueda tenerlo todo, todo es nada si me faltan ellos.
PARA SIEMPRE.
Como ya os dije, suena irónico pero la palabra ''grandes'', se os queda pequeña.
Esto que tenemos es tan fuerte, que nada ni nadie podrá cambiarlo nunca.
''Let us die young or let us live forever. We don't have the power but we never say never. Forever young, I wanna be forever young.''
Pd: Pase lo que pase recordad siempre una cosa, sois las mejores personas que he conocido y conoceré en toda mi vida, porque sois únicas. Gracias por todo, de verdad. Os quiero muchísimo.
La verdad que cada vez que pienso como empezar, aún no lo sé.
Lo que si bien sé es el final, final no tiene. Los finales felices no existen
porque las buenas historias nunca acaban. Y las buenas historias las hacen
grandes personas, porque puedes hablarle a cada una de ellas llamándolas pequeñas,
pero es irónico, cómo vas a llamar ‘pequeñas’ a personas tan grandes. Y sí, son
ellas, siempre son ellas:
Mis cuatro ángeles.
Y es que podría ponerme
hablar de cada una de ellas y no acabar, o directamente puedo no hablar, porque
son tan, tan… Son ellas, es que no tienen ni comparación ni palabra que las
describa. Son ellas, sólo ellas. Y cada una de ellas sabe sacarte la mejor
sonrisa en tus peores días. Porque no sólo es como son, sino como me hacen ser.
Porque cuando más nerviosa estoy, saben darme tranquilidad. Cuando menos confío
en mi, más lo hacen ellas. Cuando más me apetece llorar, más me hacen reír.
Cuando menos me apetece seguir adelante, más me hacen avanzar. Y cuando menos
me apetece hablar, más silencio me dan. Pero no un silencio cualquiera, uno de
esos que te dicen: ‘Eh, sigo aquí’. Y todo eso no podemos verlo a diario, pero
si sentirlo. Porque cuando nadie en todo el día te ha hecho reír, llegan ellas
a través de una pantalla y de repente, te ves sonriendo. Y cuando me río, no me
río sola, al otro lado están ellas, riendo también. Son de esas personas que
cuando te pasa algo no hace falta que se lo digas, ya lo saben, ya lo han
notado de antes. De esas que saben escuchar, aconsejar, apoyar. De esas que
cuando más consejos te dan más se los niegas, y buscan otro, y si no lo hay lo
inventan, pero te lo dan. Y cuando menos mereces que te quieran, más lo hacen.
Porque aquí no vale la frase de ‘En los días más tristes, yo te abrazaré más
fuerte’, o sí, sí vale cuando aplicamos esa que dice que ‘No hay distancia que
esté lejos’. Y es cierto, no la hay. Porque sí, todas odiamos la distancia,
porque nos separa pero al menos, hemos tenido la oportunidad de conocernos.
Siempre tenemos que esperar para vernos, para pasar uno de esos ratillos que se
hacen inolvidables desde el primer momento en que las ves y te dan ese abrazo
que te dice cuanto te han echado de menos, porque desde ese momento, el mundo
parece otro. Y nos pasamos los días contando aquellos que faltan para vernos. A
veces parecen muchos, pero lo bueno se hace esperar, ¿no? Así que yo espero,
porque por ellas merece la pena. Porque llegará el día en que estaremos juntas,
y nos reiremos de todo. De la distancia que intentó separarnos e hizo justo lo
contrario, nos unió, nos unió hasta el punto en que dejó de existir, porque
cada día las tienes ahí. Y ese día les diré: ‘Valió la pena esperar’. Porque no
tengo que mirar hacia atrás para recordar cuando estuve con ellas, como tampoco
tengo que mirar hacia delante para pensar en cuando estaré. Tan sólo me hace
falta mirar a mi lado, y ahí están. Y no, la distancia no hace el olvido. Está
más que claro, por el simple hecho de que cada mañana al levantarte tienes
escrito en el móvil ese ‘Buenos días’ que de verdad hace que sean buenos, que
te lo alegra, porque te enseña y te demuestra, que se han levantado pensando en
ti. Y aunque hayamos estado luego todo el día sin hablar, nunca falta el ‘Buenas
noches’. Porque son increíbles y no puedo describir cada momento que he pasado
con ellas, pues ya he dicho que los grandes momentos los hacen ellas. Y es que
aunque pasen mil años yo siempre las voy a estar esperando, porque no hay nadie
en este mundo que las quiera tanto como yo. ‘Mis cuatro ángeles: Pau, Ala,
Raquel, Paloma’. Y aquí podría seguir, pero qué les voy a decir que no sepan
ya, si al demostrar las cosas se dicen solas. Y lo nuestro está más que
demostrado y aún así, lo siguen haciendo cada día.
Te gusta tanto lo que estas viviendo que luego estás deseando que llegue
el año siguiente para volverlo a vivir. Y luego llega, y te das cuenta
de que ya no es igual, ya nada es lo mismo. Todo ha cambiado. Y te das
cuenta de que esos fueron los mejores años, y que las cosas solo se
viven una vez.
Un amigo es aquel que no se conforma con tenderte la mano, sino que te
tiende su brazo entero. Un amigo es aquel que te acompaña en los buenos
momentos, pero sobre todo está a tu lado en los malos. Un amigo es aquel
que te mira a los ojos y sabe cómo te sientes sin necesidad de
expresarlo con palabras. Un amigo es aquel que te da lo que necesitas
sin esperar a que tú se lo pidas. Un amigo es aquel que se preocupa por
hacerte feliz. Un amigo es aquel que comparte contigo tus risas, pero
también tus lágrimas. Un amigo es aquel que te ve y te abraza como si
fuera lo último que hará en su vida. Un amigo es aquel que no te da la
espalda, siempre te recibe de frente. Un amigo es aquel que no espera
agradecimientos ni que le den algo a cambio. Un amigo es aquel que te
conoce de los pies a la cabeza, tal y como eres, aquel que refleja en
sus ojos un segundo tú, aquel que refleja que le importas y que no te
abandonará.
Nunca nadie ha llegado a ser
tanto en mi vida, la verdad es que tampoco nunca ha habido nadie igual a ti.
Nadie que me haya hecho sentir como tú lo has hecho, nadie que me haya
transmitido tanta confianza como la que tú me has hecho sentir. No hay nadie a
la que yo le deba tanto. Nadie que me haya hecho sonreír tantas veces con
simples motivos. Nadie que la necesite tanto como te necesito hoy a ti. Nadie
que le quiera como te he llegado a querer.
Sí, siempre tú. En cada uno de mis pensamientos siempre apareces. Hace mucho
tiempo que no nos vemos, pero en cada uno de los días de mi vida te puedo
prometer que te he sentido en mí. No sé cómo has llegado a ser tanto, y no
miento al decirte que en estos muchos días que tú no has estado no he sido yo.
Y tampoco te miento cuando te digo que no puedo si no estás. Siempre has sido
tú la única que ha conseguido sacar mis mejores sonrisas, la única que ha hecho
que me sienta bien, la que me ha sacado fuerzas para seguir adelante, la que me
ha hecho ver la vida de otra manera distinta, de la mejor. Siempre has sido
como esa hermana que siempre está ahí, como la mejor amiga que nunca nadie
podrá encontrar. Te quiero. Te quiero por cómo eres. Te quiero en mis mejores
días y en todos. Te quiero por tus abrazos, por tu forma de ver las cosas. Te
quiero por cada día que me has apoyado, por cada día que te he sentido conmigo.
Te quiero cuando sonríes, cuando me dices que todo irá bien, cuando haces que
me sienta segura. Te quiero a ti.
Porque no sé como lo haces, pero cada vez que estás conmigo me haces ver que en
realidad si tengo las suficientes razones para quererte. Siempre en mí. Siempre
tú. Más que a nada, como a nadie.
Y en los días más tristes, yo te abrazaré más fuerte. Porque
decir "para siempre" no significa: hoy te quiero, mañana te olvido.
No, decir para siempre es estar al lado de una persona pase lo que pase, se
caiga el cielo o haga un sol espléndido, es estar en los mejores días y en los
peores también. Decir para siempre es soportar los días tontos y aguantar
tonterías todos los días. Porque un "para siempre" es pensar que vas
a pasar con una persona los 365 días del año, y eso no quiere decir que todos
sean maravillosos, eso quiere decir que habrá días increíbles, en los que todo
sea perfecto y otros que pienses que no puedes más. Es aguantar todo esto y
vivir momentos que las palabras no alcanzan a describirlos. Sí, para siempre a
tu lado.
Mireia Belmonte, el 9 de Agosto de 2008 se convirtió en nadadora olímpica, tras competir en los Juegos Olímpicos de Pekín de ese mismo año. Esta nadadora compitió en las pruebas de 200 braza, 200 y 400 estilos y formó parte del relevo de 4x100 estilos, representando así a su país, España. Consiguió el récord de España en 400 estilos. Aún así, sólo consiguió un 14 puesto, misma posición que consiguió en la prueba de 200 estilos. Además, quedó muy lejos de la posibilidad de medalla y de sus mejores marcas personales.
Tras dicha ''decepción'' en las Olimpiadas, Mireia Belmonte siguió entrenando. En los Campeonatos de Europa, el día 14 de Diciembre de 2008, Mireia Belmonte batió el récord del mundo de los 400 metros estilos en piscina corta con un tiempo de 4,25,06 consiguiendo, a su vez, la medalla de oro. El anterior récord pertenecía a la nadadora estadounidense Julia Smit, con 4,25,87 conseguido el 28 de Noviembre de 2008 en Toronto, Canadá.